Mientras las personas cumplen la cuarentena, los animales se adueñan de espacios poco usuales y otros vuelven a sus hábitats.

Tal es el caso de las cabras de Cachemira, que toman las calles de Gales, los capibaras se adueñan de los clubes de golf en Bolivia, los jabalíes exploran Madrid.

Así también los ciervos de Japón cambian los parques por ciudades y los lobos marinos que residen en Argentina aprovechan la cuarentena por la pandemia para ocupar un centro comercial y tomar sol fuera de las tiendas de recuerdos que suelen estar repletas de turistas y lugareños.

A todos estos animales, se suman los pingüinos, quienes cautivaron a todos en Sudáfrica.

Las valientes aves se pasearon despreocupadas por las vías de tránsito que en las últimas semanas carecen de coches.

Tampoco las aceras se salvaron del peculiar y simpático paseo de los pingüinos, informó RT.

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