Uno de los artículos que Demetrio siempre ofrecía a sus clientes era el popular termo para tereré. Pero pese a su esfuerzo y dedicación, algunas personas se burlaban de su humilde oficio. “Mucha gente se burló de mí, porque vine a vender termos”, lamentó.

Via Facebook.com / Deme Sosa

Pero lejos de sentirse mal por las críticas, el joven tomó impulso y siguió adelante. Aprovechando el intenso calor del verano paraguayo, se dedicó exclusivamente al negocio de los termos, los cuales compraba en Asunción para comercializarlos en su ciudad.

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