Como a muchos paraguayos, a Fredy Cañiza (39) le fascina el fútbol y desde muy joven incursionó en este popular deporte. Además de pasar el tiempo libre jugando a la pelota, también era técnico equipo futbolístico de un club de su zona. Y aunque el fútbol es una de sus más grandes pasiones, fue jugando a la pelota que su vida cambiaría para siempre.

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“Un golpe que recibí en la pierna hizo que se activara un tumor, el cual no sabía ni que existía. A los doctores no les quedó de otra que amputarme”, lamentó Fredy. La operación fue muy dura para él y durante aquellos días se encontraba muy angustiado; sin embargo, el amor de su familia lo ayudó a salir adelante: “Vi a mis seres queridos pelear por mí. Y me pregunté ‘si ellos luchan para que yo esté bien’ ¿cómo me voy a entregar tan fácil?”, reflexionó.

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Fue así que buscó una nueva forma de llevar el sustento al hogar y hoy en día se dedica a la venta de remedios yuyos frente a su casa en Tablada Nueva de Asunción. Con la ayuda de su pareja María Belén, y el amor de sus dos hijos, Fredy sigue batallando para salir adelante y disfrutar la vida en compañía de los suyos.

“Realmente es algo que me entusiasma mucho, porque sigo siendo el sostén de mi casa. Tengo dos hijos, una de 14 años y otro de cinco quienes son mis dos grandes motores. Tengo muchos clientes. Mis amigos mismos vienen y compran remedio yuyo o me hacen compañía mientras tomamos tereré”, comentó Fredy. ¿Qué opinás de esta motivadora historia?