Una vez que tomó lo que quería se marcharon, sin embargo la policía iba tras sus pasos y luego de una violenta persecución, lograron detener el automóvil. Los agentes confundieron al médico con un maleante y lo hirieron en una pierna. Por este confuso episodio el hombre fue operado y lo internaron durante un mes.

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Al principio, Tomás sintió mucha rabia e impotencia por lo que le sucedió a su padre. Sin embargo, pensó que estos sentimientos negativos no mejorarían las cosas y decidió tomar cartas en el asunto de forma muy sorprendente. Uno de sus entrenadores está al frente de la Fundación Los Espartanos, un equipo de rugby que tiene como objetivo resocializar y contener a los jóvenes presos a través del rugby.

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