Antonio vive en la comunidad de Estrada de Matina, en el caribe de Costa Rica. Ante las amenazas del temido huracán Otto, las autoridades declararon emergencia nacional en el país caribeño, y no pasó mucho tiempo para que las severas tormentas llegasen y causaran todo tipo de destrozos.

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Uno de los lugares dañados fue la propia casa del abuelito, que quedó destruida cuando un dique le cayó encima. “Todo lo perdí, no me quedó ropa, no me quedó nada. Así es que aquí estoy, a la voluntad de Dios y a ver qué se hace. Las cosas se recuperan. La vida no se recupera. La vez pasada (entró el agua a la casa), se llenó pero no mucho. Pensé que iba a pasar lo mismo y me fui confiando hasta que me percaté ya estaba rodeado y no tenía por dónde salir”, dijo el señor Núñez a la prensa local.

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