Eugenio Ramón Balbuena es profesor y tiene 32 años. Y aunque durante su carrera docente le enseñaron todo lo necesario para dar clases y ser un buen profesional, la vida lo enfrentó a una situación muy difícil a la que debe enfrentarse todos los días. Cada mañana, lleno de valentía y ganas de enseñar, el “profe” sale de su casa a recorrer el complicado trayecto hasta la escuela donde trabaja.

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Para llegar a la Escuela Básica Santa Clara, en la compañía Potrero Oculto, en San José de los Arroyos, Eugenio camina unos 5 kilómetros en medio de la crecida que afecta a la zona. Y aunque por momentos el agua le llega hasta la cintura, no detiene su marcha y lleva en alto una cartera donde tiene su ropa de trabajo, zapatos y libros, para que no se mojen.

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