Karen Vera Franco cursa el segundo año de Ingeniería Comercial y como muchos jóvenes de su edad, pasó por varios trabajos –como recepcionista o promotora- que no le permitían tener tiempo suficiente para llegar a la facultad a horario. Es por eso que, buscando una alternativa laboral que le permita ganar dinero e ir a la universidad, emprendió un negocio que no muchos universitarios realizan: la crianza de pollos para la venta.

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“No hace mucho que tengo el negocio, ponele que tiene 3 meses más o menos, pero todo empezó para poder seguir estudiando y costear mis estudios”, comentó Karen. La universitaria cuida con mucha dedicación a los animales, a quienes cada mañana cuida y alimenta: “Desde temprano hay que estar cuidándole, comen tres veces al día pero el agua y eso hay que estar pendiente que no les falte”, señaló la ejemplar jovencita.

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Karen cuenta con el apoyo de toda su familia en este proyecto y sueña con que el negocio crezca cada día más: “Más adelante quiero ampliar, además de vender crudos y cocinados, quiero abrir un copetín, darle más comodidad a mis clientes, pero es a futuro eso”, comentó la estudiante, quien además prepara pollo asado para la venta los fines de semana.

“Vendo crudo y también cocinado, los fines de semana especialmente se van más los que se cocinan, ya tengo mi clientela formada y ya conocen también de mi producto”, indicó la flamante empresaria, demostrando que con mucho esmero podemos llegar a cumplir nuestros sueños. ¿Qué te pareció su historia?