Don Justo Pastor Centurión (84) y ña Josefina de Centurión (74), tienen una historia de amor de esas grabadas “a la antigua”. Mucho tiempo atrás, cuando aún eran jovencitos, se conocieron por esas casualidades de la vida y desde entonces el amor los mantuvo fuertes y unidos. Josefina, que por aquel entonces tenía 22 años, trabajaba como empleada doméstica; mientras que Justo a sus 32 años era electricista de profesión. Sus miradas se cruzaron varias veces camino a sus trabajos, hasta que un día finalmente él le declaró su amor. Dos años después, unirían sus vidas para siempre en matrimonio.

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50 años pasaron de aquel día tan importante pero, tan enamorados como siempre, decidieron renovar sus votos para celebrar las famosas “Bodas de Oro” rodeados de la bella familia que formaron juntos. “Ellos siempre recuerdan la época en que eran novios, siempre se quisieron mucho y demostraban el amor que se tienen frente a nosotros sin vergüenza. Hasta ahora ellos se muestran mucho cariño, se tratan como novios. Mi papá le mima mucho a ella y viceversa. Estamos muy orgullosos de ellos. Tengo dos hermanas y para nosotros son nuestros grandes ejemplos”, contó la hija de la pareja, Clara Centurión.

La ceremonia religiosa fue en la iglesia Cristo Rey de Mbatoví, en Paraguarí. Luego, se realizó un brindis para festejar en un club de la zona. Con una sencilla y bonita decoración, la fiesta fue pura alegría para los abuelitos y sus 3 hijos, cuatro nietos y dos bisnietos. “Pasamos demasiado bien, ellos demasiado felices estaban. Fue muy emocionante todo”, agregó muy emocionada Clara.

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Incluso tuvieron tiempo para reírse un poco, pues entre los “cortejitos” estaban sus nietas y una de ellas portaba un cartelito que decía “Abuelito, esta es tu última chance para ¡CORRER!”. La simpática imagen no tardó en recorrer las redes sociales y generó muchos comentarios. Pero eso no es todo, ya que además sus hijos les prepararon un vehículo decorado para ser trasladados y hasta les compraron alianzas nuevas, ya que ña Josefina hace tiempo que perdió la suya.

“Ellos salieron adelante juntos solos. Son personas sacrificadas. Hoy viven en Paraguarí, pero hasta hace cuatro años vivían en Asunción. Se fueron allí porque tenemos otra casa y ya quieren disfrutar de la naturaleza”, contó la hija. Es así que esta tierna pareja sigue disfrutando de su inmenso amor más allá de los años y hoy tienen un merecido descanso en su hogar, donde comparten buenos momentos mientras cuidan a sus animalitos. ¿Qué te pareció esta bella historia?