Para llegar hasta su escuela, Wang camina cada día durante una hora y media con temperaturas que rondan los nueve grados bajo cero, tampoco tiene guantes y sus manos se observan entumecidas a causa del frío extremo.
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El niño compone el grupo de los “niños abandonados”, quienes no viven con sus padres debido a que estos trabajan en las ciudades lejanas a sus hogares. Wang vive con su abuela y su hermana menor en una casa construida de adobe y techo de paja. Su madre los abandonó y no ve a su padre hace meses ya que trabaja y vive en otra ciudad.
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Las imágenes del niño se hicieron virales y son miles las personas que se conmovieron con su historia, mostrando apoyo y donándoles vestimenta que lo ayuden a soportar las gélidas temperaturas que enfrenta a diario. El pequeño niño logró unir a mucha gente obrando por una buena causa.
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Las autoridades de Yunnan iniciaron una campaña de donaciones para Wang y otros niños de la zona que se enfrentan a la misma suerte. La Fundación de Desarrollo Juvenil de Yunnan recaudó 2.159.100 yuanes, unos 334.000 dólares. La misma institución gestionará los fondos a fin de ayudar a todos los niños que soportan los mismos pesares Fuman. Tal vez ahora, sus compañeros dejen de llamarlo el “niño copo de nieve”.
Fuente: elapais.com¿Ya estás registrado? Hacé click aquí.
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