La juventud es una de las etapas más divertidas de la vida. Amigos, noche y risas entre otras cosas, marcan para siempre este momento en el que dejamos de ser niños pero aún no cargamos con las responsabilidades de un adulto.

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Esa libertad que se siente tan bien, a veces es algo difícil de controlar. Pero sin dudas también puede traer muchas cosas divertidas.

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Eso fue lo que ocurrió con cinco estudiantes de la ciudad de Burdeos, en Francia. En una noche un poco descontrolada, no tuvieron mejor idea que robar una llama de un circo y llevarla de fiesta.