Todo comenzó cuando Sharon Bertozzi, una mujer de California, Estados Unidos, notó algo extraño frente a la puerta de su casa.

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Al acercarse, observó que junto a un jarrón de cerámica se hallaba un perrito escondido. El animal parecía realmente asustado y su aspecto era lamentable.

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Realmente era una imagen triste: su pelaje estaba en terribles condiciones, tenía muy poco peso y se notaba bastante enfermo. El animalito estaba tan débil que se quedó allí por 4 horas. Fue por eso que Sharon tomó una importante decisión. Seguí leyendo a continuación para saber lo que sucedió.