Aceite de oliva extra virgen. El aceite de oliva tiene un alto nivel de ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes naturales, que son imprescindibles para nuestro organismo. La popular “dieta mediterránea”, una de las más sanas y recomendadas del mundo, utiliza el aceite de oliva como uno de sus elementos fundamentales.

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Sal marina. La sal marina posee un alto contenido en minerales y ayuda a realzar el sabor de las comidas. Además, es un excelente reemplazo de la sal refinada para evitar el exceso de sodio en nuestro organismo.

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