En Villa Oliva, distrito de Ñeembucú, cada año la ciudad elige al “mentiroso del año”: durante el certamen se elige a aquel vecino que siempre cuenta anécdotas poco creíbles, o inventa las excusas más tontas para escapar de alguna situación.

Cada barrio propuso su candidato y fueron seis en total. A pesar del mal tiempo, el pasado sábado unos 100 vecinos se presentaron en la casa de la familia donde se realizaron los comicios. Este año, el más votado fue Pablo Benítez, quedando en segundo lugar Nelson Ruiz Díaz.

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Doña Concepción Coronel, una pobladora de la zona, relató que la idea surgió en un torneo de vóley donde los muchachos contaban anécdotas fantásticas. Y aunque al principio todo comenzó como un juego, con el tiempo las cosas se pusieron más serias y finalmente se llevó a cabo la primera elección, en el año 2012.

Don Pablo, el ganador de este año, se llevó el reconocimiento por mentir para abandonar un partido de vóley. El hombre se excusó diciendo que no podía seguir el juego porque tenía mucha ropa que lavar. Sin embargo, ninguno de sus amigos le creyó y al visitar su casa lo encontraron preparando su cama para dormir una siesta. A la fuerza, fue llevado de nuevo a la cancha.

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Sus amigos también recordaron la vez en que envió un audio a un grupo de WhatsApp, diciendo que no podía salir de su casa por la intensa lluvia. Sin embargo, quedó en evidencia pues se encontraba en el baño con la ducha abierta… todos escucharon que de fondo una voz le gritaba: “¿Todavía no vas a salir? ¡Me quiero bañar!”

Esta actividad es sin fines de lucro. Para festejar con el ganador, los miembros del barrio llevan alguna bebida para compartir. ¿Qué opinás de este curioso concurso?