Edie escribió una lista de “cosas para hacer antes de morir” y entre ellas figuraba ser arrestada. Sí, leíste bien; mientras que la mayoría de nosotros no quiere tener problemas con la autoridad, ella estaba realmente ansiosa por ser “la mala de la película”.

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Claro que los oficiales no pudieron negarse a la petición de la tierna abuelita y la ayudaron a vivir esa experiencia. Fue así que por algunos minutos pasó de ser una respetable señora a una maleante. Los agentes la detuvieron, le pusieron esposas y la trasladaron en el asiento trasero de la patrullera hasta un asilo de ancianos, en el que la mujer llevaba haciendo donativos hacía mucho tiempo. ¡Allí fue recibida como toda una celebridad!

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