Con tan solo 21 años, Tatiana Gabaglio es una joven entusiasta que reparte su vida en múltiples tareas: además de trabajar en la Corte Suprema de Justicia, en una dependencia llamada Sistema Nacional de Facilitadores Judiciales, la joven cursa dos carreras universitarias y se dedica a salvar vidas como bombera voluntaria. Pero su tenacidad, perseverancia y sacrificio no nacieron de un día para el otro: cuando tenía solo siete años, Tatiana fue una de las tantas sobrevivientes del incendio del Ycuá Bolaños.

Aquella mañana de domingo, en medio de las llamas un fragmento de cielorraso cayó sobre ella. Y si bien lograron rescatarla con vida, debido a una infección tuvieron que amputarle parte de la pierna. Esta experiencia cambió para siempre su vida y tuvo que pasar por un largo y doloroso proceso de recuperación, tanto física com emocional. “Mi vida cambió totalmente a partir de ahí, dio un giro de 180 grados. Yo volví a nacer ese día”, aseguró.

Via ultimahora.com

Desde ese momento hasta la actualidad, esta valiente joven pasó por dolorosas situaciones producto del trauma: “No fue nada fácil, intenté muchas veces quitarme la vida. Me sacaba las sondas, me tiraba de la camilla, volvía a abrir toda mi herida, de nuevo me llevaban a quirófano. Y así todo el tiempo, era un atentar permanente contra mí misma. Después no aceptaba las muletas, no quería usar la silla de ruedas, no quería hacer nada por caminar. Lloraba, hacía escándalos”, relató. Pero fue gracias al cuidado del personal médico y sus seres queridos, que de a poco logró aceptar la situación y salir adelante.

Hoy en día, Tatiana es una de las activistas más fervientes de la causa que pida justicia por las víctimas de Ycuá Bolaños. Según comentó, fueron sus compañeros de lucha quienes le enseñaron sus valores desde que era una niña. “Afortunadamente, tuve muchísimo apoyo sicológico, y eso fue tan importante que hasta ahora me sigue ayudando a levantarme y superar obstáculos. Si vos preguntás a mis compañeros o amigos cercanos, te van a decir que yo soy la persona con la autoestima más elevada del mundo. En realidad no es tanto así, pero para mí es como un escudo diario que me protege”, dijo la muchacha.

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Esta ejemplar mujer además estudia dos carreras universitarias simultáneamente -Derecho y Criminalística- con calificaciones excelentes. A los 18 años juró como bombera voluntaria activa, en el Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay. Inclusive llegó a integrar el equipo de básquet del colegio, practicaba fútbol, jiu jitsu y le gusta andar en bicicleta.

“Fui aprendiendo a caminar y a hacer mi vida como alguien normal, no me considero una persona con discapacidad, porque creo que la discapacidad está en la mente nada más. Si vos tenés las ganas y la voluntad de hacer las cosas, las vas a hacer, con o sin extremidades”, expresó Tatiana. ¿Qué opinás de esta motivadora historia?