Croissant. ¿Quién puede resistirse a esta deliciosa masa hojaldrada y mantecosa que es ideal para acompañar un café? Aunque su apariencia sea muy seductora para el paladar, este alimento tiene una de las más bajas puntuaciones en el índice de saciedad. El croissant está lleno de calorías vacías que, si bien nos dan una sensación momentánea de energía, no aportan ningún nutriente.

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Yogurt bajo en grasas. La falta de grasa láctea de este alimento deja al cuerpo insatisfecho, además de que los edulcorantes que se utilizan para compensar la falta de lípidos, solo aumentan nuestros niveles de azúcar. La mejor opción es comer un yogurt entero con granola y fruta fresca, que aporta fibras a nuestro organismo y nos satisface por más tiempo.

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