Todo comenzó cuando Lucy Ashen, una madre de tres hijos que vive en Inglaterra, tuvo una increíble experiencia al encontrarse con su vecina, una mujer de avanzada edad. La abuelita se había quedado fuera de su casa y Lucy la ayudó a entrar abriendo las ventanas del departamento.

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Pero cuando vio lo que había allí, simplemente no pudo creerlo: la casa estaba completamente sucia, con una capa de mugre que cubría los muebles y heces por todos lados. Era evidente que nadie había limpiado el lugar por muchos años.

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