Practicá una y otra vez. La práctica con ejercicios es fundamental para el desarrollo de la memoria, ya que con el trabajo mental se incorpora la actividad o la información al cerebro. Por ejemplo, si tenés que dar una conferencia, practicá tu discurso varias veces hasta no sentir nervios. Así evitarás errores durante la conferencia real.

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Cuidá tu alimentación. Para trabajar la memoria, nuestro cerebro necesita toda la energía para funcionar correctamente. Muchos estudios científicos demostraron que una buena alimentación es fundamental para un buen aprendizaje. Por esa razón, si estás aprendiendo algo no olvides comer adecuadamente y a hora; de esta manera tus niveles de energía se mantendrán estables.

¿Te parecieron útiles estos consejos? Ahora, ¡a trabajar la memoria!

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