Comé alimentos de calidad. Evitá la comida chatarra y optá por alimentos que contengan los nutrientes necesarios para mantener tu cuerpo activo. Para evitar alimentos poco saludables, llevá tu propia comida al trabajo al menos 3 veces por semana. ¡Elegí ensaladas frescas y una buena porción de proteínas!

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Organizá tu tiempo para estar con la familia. La salud física no es todo; también debés cuidar tu estado emocional y no permitir que el trabajo sea el centro de tu existencia. Organizá tus horarios para poder pasar momentos recreativos junto a tus amigos, familia o pareja.

¿Qué te parecieron estos consejos? ¿Vas a ponerlos en práctica?

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