Ser médico es una profesión muy noble que no solo requiere disciplina, dedicación y muchos años de estudio. Quienes se dedican a la medicina saben que nada es más importante que la salud y el bienestar de los pacientes. Es por eso que ponen lo mejor de sí para cumplir con su labor y llevar adelante la heroica misión de salvar vidas.

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Pero algunos doctores se destacan por su gran carisma, simpatía y amor. Además de curar, dar remedios y tratar dolencias, estos seres únicos comparten con los pacientes momentos de risas para sobrellevar los obstáculos más difíciles.

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Es el caso del protagonista de esta historia. Su pasión por el trabajo y el amor al prójimo lo llevaron a ir más allá de la medicina y se ha ganado el cariño de todos los que lo conocen y alguna vez pasaron por Instituto de Previsión Social (IPS), en el Este del país. ¡Seguí leyendo a continuación para conocerlo!