Esta horrible sensación puede explicarse de diferentes maneras: el cerebro envía un mensaje a través del nervio vago al corazón y al estómago; entonces los músculos de nuestro sistema digestivo se encogen y provocan un vacío en el fondo del estómago. Por otro lado, las vías respiratorias se acortan y respirar resulta casi imposible; es por eso que el ritmo del corazón disminuye al punto de que se siente como si se hubiera roto.

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Paradójicamente, las hormonas que producen algunas de las sensaciones más importantes de los seres humanos, también son las responsables de sus grandes dolores.  La oxitocina, la dopamina o la serotonina (hormonas del amor, la creatividad y la felicidad respectivamente), desaparecen luego de una ruptura amorosa y el cuerpo es víctima de una reacción química que le produce dolor.

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