Nicole, mamá de la pequeña, le contó a un medio local cómo comenzaron a molestar a su hija: “El acoso en el colegio comenzó el primer día que ella encontró oruga y una de las niñas le dijo a los otros niños que no jugaran con ella porque era “rara”. Un niño le pidió ver un insecto que Sophia llevó para mostrarlo a la clase, sin embargo, cuando ella se lo dio, el niño lo pisoteó”, relató angustiada.

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Comentó además que Sophi llegaba llorando de la escuela todos los días, y aunque avisó a los profesores sobre lo que hacían sus compañeros, nadie le hacía caso. Nicole no quería que las burlas desanimen a su hija y la alejen de su gran pasión, por eso hizo algo genial para que siga adelante. Enteráte de qué se trata en la próxima página.

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