Sucede que el Portuguesa posee una tradición curiosa; después de cada partido, sea en Canindé o afuera, el plantel recibe pizzas para alimentarse antes de dejar el estadio. Pero la derrota ante el Oeste por la Serie A2 del Campeonato Paulista, colmó el vaso de la hinchada.
Via Twitter
Sabiendo la costumbre de las pizzas post partidos, los aficionados interceptaron al chico que traía la tradicional encomienda. En forma de protesta, desembolsaron 300 Reales para quedarse con las pizzas, cuatro de ellas las dieron a los funcionarios del Club y las seis restantes comieron entre ellos.
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Al momento de este peculiar castigo, el Portuguesa, dirigido por Guilherme Alves, conquistó apenas cuatro puntos en cinco partidos, una vitoria magra de 1 a 0 sobre el Água Santa y un empate contra el XV de Piracicaba. Los hinchas dieron una lección importante al plantel, y a otras hinchadas del mundo.
Fuente: Twitter / En una Baldosa¿Ya estás registrado? Hacé click aquí.
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