Y aunque ya tiene su correspondiente uniforme, Max deberá entrenar duro para ganarse la ansiada boina negra. “Estamos pensando en enviarlo más adelante a la unidad canina, donde va a tener un entrenamiento de 3 a 6 meses, donde se va a ganar su boina negra. Luego ya va a poder acompañarnos en algunos procedimientos”, agregó Enciso.

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Según detalló el comisario, la presencia de la mascota es de mucha importancia para animar a los oficiales en este difícil trabajo. “La presencia de un perro es muy valiosa en cuanto a la tranquilidad que genera en el ánimo de los muchachos, nos sirve para crear un ambiente más calmo, más distendido, ya que nos despierta el lado humano”, explicó.

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Por el momento, el cachorrito disfruta del cariño de sus nuevos compañeros y se divierte en las instalaciones de la sede policial. “Encontró un hogar perfecto para él, ya que su raza está caracterizada por ser compañía de los uniformados”, finalizó el jefe regional. ¿Qué opinás de este adorable perrito policía?