Ciriaca Desilipiz, más conocida como ña Chiquita, está al frente de la despensa Alberdi y se dedica al negocio desde hace 70 años.

Siendo muy joven conoció a su marido, que era despensero. Luego de casarse formaron una familia y trabajaron juntos por muchos años. Pero cuando su compañero de vida falleció, la abuela quedó a cargo de la despensa y hasta ahora sigue atendiendo cordialmente a todos los vecinos.

Ña Chiquita no está sola; su nieto Federico y dos personas más la ayudan con las mercaderías, aunque ella siempre es la encargada de cobrar y no se equivoca con el vuelto, asegura orgullosa. La abuelita es modista de profesión y nunca abandonó su amor por la máquina de coser; además de atender la despensa, en su tiempo libre todavía confecciona ropitas para sus nietos y bisnietos.

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