El año pasado se hizo viral la historia del cachorrito héroe, pero en aquel tiempo, luego de haberlo encontrado dentro de un panteón del cementerio de Luque, le habían diagnosticado moquillo, una enfermedad que conlleva un costoso tratamiento. Aún así, el pequeño campeón siguió dando pelea. En su momento, Gasparín se llegó a convertir en todo un símbolo de la causa que apoyan todos los rescatistas de animales, por su espíritu de lucha contra todo pronóstico.

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Este perrito que se refugiaba entre las tumbas del frío del invierno y de las lluvias estacionales, fue rescatado y hoy en día, al cumplir un año de vida, es todo un símbolo de la lucha contra la adversidad. Según comentaron quienes lo encontraron, como alma en pena de noche jugueteaba por lo largo y ancho del cementerio, comía lo que encontraba a su camino o lo que le daban los visitantes al camposanto.

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La historia del pequeño cachorrito fue dada a conocer a través de un post en la Fanpage de la agrupación «Narices Frías» en Facebook. De esa manera, se convocó un grupo de rescate para buscar al perrito que probablemente había nacido o sido arrojado en el lugar, siendo el único sobreviviente de su camada.

El tierno perrito sigue bajo el cuidado de la agrupación «Narices Frías», una organización que se dedica a rescatar perras que serán madres o a las perras ya con cachorros que se encuentran en situación de calle o peligro.

Fuente: cronica.com.py