Agua, bolas de aluminio y otros objetos inesperados. Si sos el afortunado dueño de un gato, sabés muy bien que mientras más caro sea un juguete, menos le interesará. Ellos aman jugar con cosas no imaginamos como utensilios de cocina u objetos del baño. Esto le sucedió con Armor y su gato: “Tengo un gato que adora jugar con pasta seca aunque hace bastante ruido en el piso de la cocina. No subestimes la necesidad y el deseo de jugar”, advirtió.

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Delicias escondidas. El instinto de los gatos es salir de caza, pero sabemos que eso puede ser muy complicado cuando viven en ambientes cerrados y pequeños. Para que no se aburran y desarrollen sus cualidades de buenos cazadores, una genial idea es dejar pequeños bocados ocultos en algunos rincones de la casa y que salgan a buscarlos. De esta forma se mantendrán entretenidos mientras no estás.

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