La mente, siempre en marcha. Desafortunadamente, la vejez y la pérdida de memoria suelen ir de la mano, por lo que es fundamental ejercitar la mente. Actividades como la lectura diaria, juegos como crucigramas, ajedrez o sudoku, o cualquiera que requiera esfuerzo mental, ejercitan el cerebro y agilizan la memoria y la concentración. Además sirven para evitar el estrés, la depresión y tener una mejor calidad de vida.

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Decí NO a las dietas. Las dietas bajas en calorías tienen efectos negativos que disminuyen el ritmo del metabolismo. Entonces el organismo, al estar privado de calorías trata de conservar la mayor cantidad de energía posible. Si estas dietas se repiten con frecuencia, pueden afectar de manera permanente al metabolismo.

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