Consumir frutillas, manzanas y cebollas. Según estudios, el consumo de flavonoides se asocia al mantenimiento del peso e incluso a un leve adelgazamiento. La mayor asociación de la pérdida de peso se dio con alimentos como los arándanos, las frutillas, las cerezas, las uvas, el té, las cebollas y el brócoli. Una pequeña porción de estas frutas y verduras ayuda a mantener un peso saludable.

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Mantené el cuerpo activo. Con el paso de los años el metabolismo se vuelve más lento y puede provocar aumento de peso. Por eso es muy importante realizar actividad física regularmente, no solo para evitar los kilos extra, sino también para mantener fuertes los músculos y las articulaciones.

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