Todo ocurrió a bordo de un colectivo, cuando una pasajera reclamó que un hombre se había acercado demasiado a ella, pensando que se trataba de un delincuente. Muy enojado, el hombre reaccionó y comenzó a gritarle fuertes insultos, diciendo en todo momento que él no era un delincuente sino un trabajador. Además, la desafió a llamar a la policía y le dijo que si era una persona delicada debía viajar en taxi y no en el transporte público.

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Durante varios minutos el hombreagredió a la pasajera que permanecía en silencio, quizás por miedo a que el ataque sea aún mayor. Pero finalmente, desde el fondo del bus una persona salió en su defensa y varias más comenzaron a seguir su ejemplo. El agresor -aunque al principio intentó justificarse- no tuvo más remedio que callarse y seguir su viaje sin decir nada más. ¿Qué opinás de este lamentable hecho?