Algunas parejas tienen el hábito de compartir el cepillo de dientes. Pero esta costumbre puede ser muy perjudicial para la salud, ya que en este objeto entra en contacto directo con las encías al quitar las suciedades y restos de comida de los dientes. Teniendo en cuenta que la boca puede albergar una gran cantidad de bacterias y virus, que otra persona entre en contacto con ellos a través de tu cepillo puede ser muy peligroso.

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Por último: ¡nunca compartas tu rasuradora! Este objeto tiene restos de células de la piel de la persona que la usa, y con ello, una gran cantidad de bacterias. Por otro lado, si la persona se corta dejará rastros de sangre, lo que aumenta considerablemente el riesgo de transmisión de enfermedades.

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