Durante una de sus tantas conversaciones, Meagan le preguntó a Holly cuál era su apellido coreano. La sorpresa fue grande cuando descubrió que era igual al suyo y ambas se preguntaron si sería posible que fueran parientes. Las mujeres no quisieron esperar más y se sometieron a una prueba de ADN.
Via people.com
El estudio confirmó lo que Meagan y Holly tenían en mente: ¡eran hermanas! El milagro había ocurrido; tras 40 años separadas volvieron a unirse de pura casualidad. «Cuando escuché lo que me dijo Holly, mi primera reacción fue como, ‘Oh, Dios mío’. Yo estaba en shock. Estaba entumecida, no me podía ni siquiera mover.¡Tengo una hermana!», comentó Meagan a un medio local. ¿No es realmente conmovedor?
Via heraldtribune.com
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