No hay dudas de que las redes sociales llegaron para quedarse. En la actualidad son pocas las personas que no utilizan Facebook, Twitter o Instagram para compartir con otros internautas momentos especiales, fotos o simples reflexiones.

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Pero no podemos negar que existen algunas situaciones incómodas, sobre todo con nuestros parientes más cercanos. Si entre los contactos están nuestros padres, tías o abuelas, corremos el riesgo de recibir algún mensaje cursi o un regaño inesperado. Estas reacciones de quienes nos leen en redes son difíciles de evitar.

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