Amelia Vera tiene 27 años y es oriunda de la ciudad de Capiatá. Cuando tenía tan solo 13 años, comenzó a dedicarse al amasado, horneado y venta de las chipas, oficio que heredó de su madre. Este trabajo comenzó de manera repentina cuando debía llevar el sustento al hogar, ya que su madre enfermó y ya no podía seguir con  su oficio de chipera.

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“Desde que era niña salía con mi mamá a la calle a vender, siempre me gustó acompañarla en todo pero empecé también con la tarea de amasar y hornear desde los 13 años”, comentó Amelia.

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