El padre Miguel Ángel Castro, de la parroquia Santa Catalina de Siena, vive en Fernando de la Mora y ha encontrado una forma muy curiosa de predicar la fe católica. Es que al religioso le encanta el deporte, y semana tras semana practica el popular “piki vóley” junto a los vecinos del barrio. “Esos son momentos muy buenos para orientar y aprovechar para predicar acerca del amor de nuestro Padre Celestial”, comentó.

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“La mayoría de ellos no son de participar muy a menudo en las misas, solo en momentos especiales, entonces es un buen momento para hablarle de Dios”, explicó el sacerdote. “Estando ahí, luego de jugar o antes de hacerlo, me preguntan cosas acerca de Dios, de la Iglesia y compartimos, eso es muy importante. Hablar de nuestro creador siempre es importante y hay que aprovechar cualquier situación para hacerlo”, agregó.

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El padre Miguel sabe lo que es trabajar desde muy pequeño y ha pasado por varios oficios. Gracias a su experiencia de vida pudo acercarse cada vez más a la gente de la comunidad y tras 22 años de sacerdocio, hoy en día es uno más que comparte un momento agradable en la cancha de “piqui”.

“Desde niño trabajé como ayudante en una herrería. Luego de joven fui chofer de taxi y hasta ahora soy gomero. Fue en mi juventud que me di cuenta, compartiendo en la catequesis, campamentos de la iglesia que quería ser sacerdote. Nuestros formadores y maestros nos inculcaron a integrarnos a los barrios, de no estar apartados, de no sentirnos diferentes”, explicó. ¿Qué te parece esta curiosa historia?