El paraguayo sabe muy bien lo que se sufre en el calor, es por eso que para las altas temperaturas siempre tiene a mano un refrescante tereré o bien, un rico helado para compartir con los más pequeños de la casa.

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Es por eso que en muchos barrios del país podemos encontrar a los sacrificados heladeros, que con su carrito recorren las calles durante las siestas y ofrecen sus productos siempre con una sonrisa.

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Es el caso del protagonista de esta historia, que a diario recorre 60 kilómetros para llevar helados y alegría a todos los niños. ¡Conocélo en esta nota!