Luego de pedir permiso a los dueños de casa, los agasajaron con una rica cena. Prepararon pastas con mantequilla y queso, un plato simple pero con mucho amor. Así, mientras los abuelos esperaban atención médica para constatar que no tuviesen problemas de salud, compartieron con los agentes anécdotas de sus 70 años de casados.
Via facebook.com/questuradiroma
Sin dudas este fue un episodio muy emotivo tanto para los policías como para los abuelitos, quienes recibieron una grata sorpresa. Lo más importante, es la lección de vida que dejaron los uniformados: con pequeños gestos, todos podemos construir un mundo mejor mediante la solidaridad y el amor.
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