Y esa fuerte convicción, llevó a esos tres mosqueteros a egresar en la Universidad Nacional de Asunción y convertirse hoy en grandes y respetados especialistas en la medicina. Agustín hoy es cardiólogo, Pedro es especialista en imágenes y Óscar es pediatra. Ésta es la breve historia de cada uno.

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El doctor Agustín Saldívar hoy tiene 60 años, es cardiólogo en el Hospital de Clínicas, del Cáncer, Traumas y otros centros de salud. Pero durante su niñez se dedicaba a vender periódicos. Después de haber perdido a su madre, él y su hermano Juan quedaron a cargo del puesto de venta. Su jornada comenzaba a las 3 de la mañana y relata que, al saber que su papá no podría costear sus estudios, por lo que durante muchos años ahorró para cuando llegase el momento.

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Pedro Benítez también es hijo de una madre trabajadora y sacrificada, quien trabajaba como celadora en un colegio. Pedro sintió la necesidad de ayudarla, por lo que se dedicó a lustrar zapatos. “Mi mamá nos enseñó primero a trabajar y después a estudiar, no era estudiar y después trabajar como suele ser ahora”, cuenta. Fue así que desde pequeño aprendió a manejar responsabilidades y cerca de terminar el colegio, comenzó a trabajar como “anotador”. Más tarde, un profesor le enseñó a hacer radiografías y eso activó su vocación. Hoy, con 61 años, es especialista en imágenes en el nosocomio, además de desempeñarse como docente en la UNA de Itapúa y atender pacientes en IPS de Hernandarias; también cuenta con un centro de diagnóstico propio.

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Óscar Gutierrez es el más joven de los tres, tiene 56 años y atiende casos de pediatría en el Hospital Regional de Villarrica así como en el IPS de la misma ciudad. Óscar, además de vender caramelos frente al Hospital de Clínicas, frecuentaba el estadio Defensores del Chaco en días de fútbol para vender sus productos. Relata que desde los 9 años comenzó a trabajar, animado y en compañía de su abuela. Vendió golosinas hasta el último año de su carrera. Hoy es un gran profesional médico que aprovechó cada beca, cada viaje, para capacitarse. Recuerda que sus fieles amigos eran Agustín y Pedro. “Nosotros soñábamos y éramos bastante sacrificados”. Los tres instan a muchos jóvenes a lograr sus metas: “si nosotros pudimos en aquel momento, claro que el que quiere y se propone va a poder”.

<address<>Fuente: Crónica