Mientras que algunas compatriotas celebran el proyecto de ley a media sanción que determina la obligatoriedad del salario mínimo para todas las empleadas domésticas de nuestro país, cumpliendo un horario de trabajo de ocho horas, una compatriota se destaca por una labor que generalmente suele estar reservada para los hombres.

Vía cronica.com.py

Ella se llama Ana Brizuela, tiene tan sólo 25 años de edad, y su historia es tan emocionante como desgarradora. A los 17 años se quedó embarazada, trabajaba como empleada doméstica y a los 5 años de edad a su hija le diagnosticaron un tumor abdominal. Siendo madre soltera, se vio ante la realidad de tener que costear todos sus gastos por sí sola.

Vía cronica.com.py

“A los 17 años quedé embarazada, trabajaba como empleada doméstica, pero a veces estaba y otras no, porque a los 5 años a mi hija le diagnosticaron un tumor en el lado derecho que luego se convirtió en un cáncer terminal”, cuenta Ana.