El padre abrió los ojos después de haber estado muerto por 48 minutos, sorprendiendo a los médicos con su buena salud y ninguna consecuencia. No obstante, el cura O’Neal afirmó que conoció a Dios y afirmó que se trata de una mujer.

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El cura narró su experiencia y señaló que observó a su cuerpo en la cama del hospital mientras su espíritu se elevaba. Según su testimonio, él se sintió lleno de amor y tranquilidad inconmensurable. Su relato se hacía cada vez más emocionante como inquietante.

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“Su presencia era al mismo tiempo superadora y reconfortante. Ella tenía voz suave y su presencia era tan reconfortante como el abrazo de una madre. El hecho de que Dios sea una Madre Santa en vez de un Padre Santo no me perturba. Ella es todo lo que esperaba que fuera y más”, afirmó el cura. A pesar de la desaprobación de sus superiores, el cura expresó que seguirá dedicando su vida a Dios y predicar el mensaje de la “Santa Madre”.