Desde hace muchas décadas, la figura de la “burrerita” se convirtió en una postal clásica de la cultura paraguaya. Desde tempranas horas, estas mujeres trabajadoras recorren las calles montadas en sus mansos burros, ofreciendo yuyos y otro tipo de productos casa por casa. Y aunque en algún momento llegaron a ser hasta 200 recorriendo todo el país, en la actualidad ya es difícil encontrarlas en cualquier lugar.
Via caligrafiadeluces.blogspot.com
El noble trabajo de la burrerita está desapareciendo con el paso del tiempo; sin embargo, todavía persisten algunas que llevan su oficio muy en alto y conservan un pedacito de la historia de nuestro país, allí entre sus canastas y su laboriosas manos.
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La protagonista de esta historia es una de ellas y ya lleva medio siglo recorriendo las calles de Itaguá, colectando cientos de anécdotas y una gran experiencia de vida. ¡Tenés que conocerla!
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