Carlos Duarte no es modelo, bailarín ni mucho menos galán de telenovelas; sin embargo, desde su puesto de trabajo en Barcequillo, enamora a muchas que pasan por el lugar y no pueden evitar ‘echar una miradita’ al solicitado gomero.

Via cronica.com.py

“Vienen para calibrar, para que les repare la rueda, cualquier cosa, muchas solo quieren que yo les haga el trabajo, no quieren luego que otro les atiendan”, sostuvo desde su negocio ubicado en la calle Rafael Materi del populoso barrio sanlorenzano.

Aunque ya va por los 40 años, el ‘gomero sexy’ presume su físico bien cuidado y unos llamativos tatuajes. “El deporte ayuda más aún, hasta ahora juego partido”, comentó Carlos, quien se llenó de trabajo luego de que los temporales dejaron muchas ruedas para reparar en la zona.

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Y aunque las clientas no dejan de suspirar por él, asegura que es un hombre amable y nunca ‘se le fue la mano’ con nadie. “Yo les atiendo a todas siempre con respeto, nunca le falté el respeto a nadie, eso es principal, el respeto”, aseguró el gomero. ¿Vos que opinás de esta curiosa historia?