En el caso de las personas que viven en alquiler, es recomendable preguntar antes al arrendador si puede tener animales en casa. Los pequeños como los hámsters, conejos, peces o los pájaros, no suelen tener inconvenientes, explica Schmitz. Además, para mantener la tranquilidad en la zona es bueno informar a los vecinos, especialmente en el caso de tener perros, gatos o papagayos, porque pueden ser ruidosos.

Tener un veterinario localizado es muy importante. “Una vez haya llegado a casa nuestro nuevo amigo, sería bueno llevarlo a la consulta y que el veterinario vea que todo está en orden”, indica Schmitz.

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Otro punto importante son las visitas de los amigos y familiares, que deben dosificarse desde un inicio. “Hay que dar tiempo al animal para que explore bien y tranquilamente su entorno antes de que lleguen muchas visitas”, explica Schmitz. En el caso de tener un nuevo perro, hay que presentarlo con cuidado a los niños y vecinos. En el caso de los gatos dependerá de su carácter o lo rápido que llegue a acostumbrarse a la presencia de extraños.

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