Imagináte que tuviste una divertida noche de tragos con amigos, en la que bebiste sin parar y terminaste muy borracho y caminando (con suerte) en zigzag hasta la puerta de tu casa. Y si bien fue una salida genial, ya es muy temprano por la mañana y tenés que ir al trabajo como sea. ¡Pero estás tan mareado que apenas podés mantenerte en pie!

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Es ahí cuando empiezan todos los intentos desesperados por “yerar” en tiempo récord: te duchás con agua helada, tomás cinco tazas de café o comés un potente lomito para llegar lo más sobrio posible a tu lugar de trabajo. ¿Te sentís identificado con esta situación? Entonces desearías irte ahora mismo a vivir a Colombia, ya que gracias a una curiosa ley nuestros hermanos colombianos podrán llegar ebrios a su trabajo. ¡Seguí leyendo a continuación para saber más!

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