Por el contrario, experimentar soledad más de lo que quisiéramos es tóxico y puede traer graves consecuencias. Las personas aisladas son menos felices, más susceptibles a recaídas de salud a mediana edad, sus funciones cerebrales decaen rápidamente y viven por menos tiempo. El propio Waldinger lo explica todo de manera muy clara:

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“Hemos aprendido 3 cosas sobre las relaciones. La primera es que las relaciones sociales nos hacen bien y que la soledad mata; la segunda lección que aprendimos es que no tiene que ver con la cantidad de amigos o relaciones que tenemos. Lo que importa es la calidad de las relaciones más cercanas; por último, las buenas relaciones no solo protegen el cuerpo, sino la salud mental. Las personas que viven rodeadas de amor y buenas relaciones se sienten más protegidas, tienen su cerebro más vivo y sus recuerdos son más nítidos“.

Ahora que ya lo sabés, es un buen momento de rencontrarte con aquellos que querés, reforzar los vínculos y alcanzar la felicidad. ¡Vale la pena intentarlo!

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