En la ciudad de Estambul, Turquía, los ciudadanos están viviendo una intensa ola de frío que también azota con fuerza a varias regiones de Europa.

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Los animalitos callejeros que recorren los principales caminos de la ciudad, sufren en carne propia las bajas temperaturas y se ven expuestos a numerosos peligros, ya que no tienen abrigos, comida, ni mucho menos un lugar calentito donde puedan refugiarse del frío.

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