Ingrid Ortega tiene 28 años, vive en Areguá y tiene una historia de amor muy particular. Como producto de una amputación genética, creció sin el brazo izquierdo y pasó gran parte de su vida enfrentando los prejuicios de la sociedad por su apariencia. Sin embargo, nada la detuvo para seguir adelante y comenzó a buscar una solución para mejorar su calidad de vida.
Fue así como se acercó hasta la organización “Po Paraguay” y allí conoció a Mateo Acosta (28), un ingeniero electrónico que se dedica a realización de prótesis con impresión 3D. Durante las consultas, compartían tanto tiempo juntos que terminaron siendo muy buenos amigos, aunque ese sería sólo el comienzo de un vínculo muy especial. “Conforme nos íbamos conociendo durante las consultas y el proceso de la realización de la prótesis, vi en ella una mirada diferente hacia mí, sus ojos me decían algo más. Terminé enamorándome”, contó Mateo. “Él siempre me dice que mi excusa para verle era que a la prótesis le faltaba mantenimiento ”, agregó Ingrid entre risas.

Via cronica.com.py
Tiempo después, Mateo decidió dar un paso más y durante una cena de trabajo finalmente se hicieron novios. “Nos conocimos sin buscarnos”, comentó Ingrid. “Fui en busca de un brazo y encontré dos, porque él es el brazo que me apoya y que siempre está ahí para protegerme y cuidarme. Doy gracias a Dios por ponerme a una persona maravillosa en mi camino”, agregó.
Este domingo, Ingrid y Mateo tendrán su soñada boda y sellarán ante el altar esta bella historia de amor. “Desde que nos pusimos de novios nos propusimos en dar ese paso importante que es casarnos”, comentó él. “Independientemente de la forma en cómo nos conocimos y comenzamos nuestra relación, el impacto va más allá, porque el corazón que tiene Ingrid es gigantesco”.

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“No me imaginé para nada que iba a encontrar al amor de mi vida en mi trabajo. Pero así es el amor”, dijo Mateo, mientras que su novia agregó: “Lo que más me atrajo de él fue el respeto hacia mí, su inteligencia, lo servicial que es. Para mí era inalcanzable y mirá ahora estamos juntos (risas)”.
Para esta pareja no existen los prejuicios y están juntos por el inmenso amor que se tienen. “Ella conversa mucho con las personas que necesitan alguna prótesis a través de la comunidad de usuarios. Sugiere ideas y apoya en todo sentido. Es muy importante para todos”, explicó orgulloso Mateo. “Nunca me esperé que mi historia de amor sea así. El amor va más allá de lo físico, yo le llamo el amor sin prejuicio. Y esa es nuestra historia. Creo en un mundo sin prejuicios sobre el aspecto físico”, finalizó Ingrid. ¿Qué opinás de esta emotiva historia?
Fuente: Cronica.com.py¿Ya estás registrado? Hacé click aquí.
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