Liz Benítez (28) y Julio Silguero (33) comenzaron su historia de amor hace seis años. Liz era una nueva integrante en la iglesia evangélica donde se congregaba Julio, y en una de sus primeras reuniones relató su difícil lucha contra una enfermedad renal que hasta hoy día mantiene. Él quedó muy conmovido y admirado por la gran fortaleza de esa muchacha. Fue así que nació el amor y dos años después, Liz y Julio decidieron casarse.

Todo era muy tranquilo hasta que, por un error de la vida, Julio terminó preso hace cuatro años. “A él le condenaron por robo agravado. Fue un día que estaba internada en el Hospital de Clínicas. Tomó un medicamento muy fuerte que actúa de sedante que es mío y no es para cualquiera y realmente eso le sacó de sí y se fue y de repente le atacó a una licenciada, pero realmente no le llegó a robar. Él después explicó que no sabía por qué actuó de esa forma”, explicó su esposa.

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Pese a las barreras que los separaba, Liz se mantuvo fiel a su promesa de amor y hasta hoy espera con los brazos abiertos a su marido, quien en unos meses más quedará libre. Por su parte, él quiere agradecer al amor de su vida con un noble gesto: una vez en libertad, donará un riñón para que Liz comience una nueva vida.

Debido a que por su estado de salud no puede conseguir un trabajo fijo, ella vende chupetines en los colectivos: “Yo me subo los días que no me hago mi diálisis a vender chupetines en los micros, es la única forma de juntar para mis gastos diarios porque también pago alquiler”, comentó Liz.

Por su parte, desde el penal de Emboscada Julio realiza algunas actividades para ayudar a su esposa: “Un tiempo incluso él me ayudó con los gastos, vendía hamburguesas cuando estaba en el pabellón ‘Esperanza’, pero luego se le trasladó y ya no pudo”, relató. Si querés colaborar con Liz, podes comunicarte con ella al número 0983-123720. ¿Qué opina de esta conmovedora historia?