Don Nicolás Amarilla es docente jubilado, tiene más de siete décadas de vida y una emotiva historia. Luego de que falleció su compañera de vida y la madre de sus hijos, quedó sumergido en una profunda tristeza y no encontraba consuelo para salir adelante. Pero en medio de tanta oscuridad, este abuelito vio una luz de esperanza en un viejo sueño que dejó postergado por años: seguir una carrera universitaria.

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Es así que lleno de entusiasmo retomó los estudios, ingresó a la universidad y ya recibió su título de Abogado. “Mis hijos ya estaban grandes. Yo pasaba mucho tiempo solo, me decidí volver a clases para, más que nada, ocupar mi mente en cosas que sí valen la pena”, confesó don Nicolás.

Estos cinco años de estudio no fueron fáciles para él; le costaba adaptarse a las nuevas tecnologías y es por eso que presentaba sus trabajos prácticos hechos “a la antigua”: “estudié Dactilografía. Tengo mi máquina de escribir. En ese preparé todos mis trabajos prácticos. Aunque de a poco me estoy familiarizando con la notebook”, reveló el egresado. “Soy de los que compran libros y no los que buscan información en Internet”, agregó orgulloso.

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Don Nico vive en el barrio San Pedro, de Encarnación y cuenta que sus hijos siempre lo apoyaron en su decisión de seguir estudiando. “Una es médica, otro bioquímico y otra siguió mis pasos y es maestra de educación primaria. Estudié por ellos. No creo que ejerza la profesión en tribunales. Pero en esta vida tenemos que tener un abogado y un un médico de cabecera, por si acaso”, dijo entre risas el simpático abuelito. ¿Qué opinás de su motivadora historia?