Don Alcides Guerrero, de la ciudad de J. Augusto Saldívar, es un humilde comerciante que trabaja a diario para ganarse la vida. Su despensa está ubicada nada menos que ¡en el cementerio!, pero asegura que los vecinos no tienen problema para ir hasta su negocio y comprarle todos los días. “Tengo muchos clientes. Los de la otra calle, que se abrió recién, son todos mis clientes”, dijo don Alcides.

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El comerciante y su familia llegaron desde la ciudad de San Lorenzo hace cinco años y tiempo después abrieron la despensa “Yohanita”, un pequeño local ubicado entre los nichos del camposanto. Respecto a las “almas en pena” que deambulan por los cementerios, don Alcides manifestó que el nunca sintió presencias “del más allá”. “Eso de los muertos es todo bola, nosotros nunca escuchamos nada y varias veces ya salimos de noche también”, expresó con tranquilidad.

El “almacén del cementerio”, como lo llaman los vecinos, abre todos los días desde las 6:00 de la mañana hasta las 10:00 de la noche. Don Alcides dice que sus clientes ya se acostumbraron a pasar entre los difuntos para llegar a su negocio y comprar alguna cosita para el almuerzo o la cena. ¿Vos te animarías a visitar este lugar?